¿ERES UNA PERSONA PROACTIVA O REACTIVA?

Una persona proactiva es aquella que sale al encuentro de lo que puede venir y está siempre atenta para no dejarse sorprender.

Es capaz de actuar anticipadamente para lidiar con una situación tratando de ir delante de los problemas antes que se presenten o darle la solución apenas se note algunas evidencias. No es simplemente tomar la iniciativa para responder ante una situación, sino entender que la conducta debe ser resultado de las decisiones y no de las circunstancias.

Proactividad es la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan para bien propio y de los demás.

Cuando nuestras acciones son movidas por el entorno y las circunstancias y no de nuestra capacidad interior y nuestros valores, nos volvemos reactivos.

El vivir de manera reactiva es simplemente reaccionar a las situaciones que la vida nos presenta y esas reacciones no pensadas promueven discordia o división.

Ante un problema, la persona reactiva busca excusas y culpables, utiliza frases como: “No es mi culpa” “Me enteré demasiado tarde” “La suerte está en mi contra” “Los demás no colaboran”.

Por su parte, la persona proactiva evalúa, busca soluciones rápidamente, pide ayuda y toma la decisión de realizar cambios positivos de manera inmediata.

Se basa en sus propias decisiones, haciendo uso de sus capacidades y los medios que tiene a su alcance, cambia sus condiciones externas.

Las personas reactivas se sienten bien cuando el tiempo es bueno y el ambiente es favorable, pero cuando no está como ellas quisieran, se ven afectadas tanto en su actitud como en su comportamiento.

Mientras tanto, las personas proactivas llevan un ambiente agradable, están basadas en sus valores, sueños, propósitos y perspectiva interna, crean un constante clima favorable.

Sus acciones, decisiones y conducta son el resultado del conocimiento de sí mismas, de sus valores y propósito de vida y no de los impulsos o las condiciones externas negativas.